sábado, 20 de agosto de 2011

Nocturno #3


La ciudad de noche habla a través de sus calles; le susurra a las iglesias y sus plazas. Murmura los secretos que posee el asfalto. Secretos  que se cuelan por las rendijas de las casas. La ciudad de noche es una reflexión de los pensamientos que no tienen cabida en las horas de la mañana.


Minino, de ojos vitales, vete con cuidado. La calle está húmeda, y tú ya hueles a olvido. Te gusta bailar entre las sombras, te he visto; pero vete con cuidado; te lo pido. Aunque seas felino y gires entre asfaltos y muros, aunque bailes ávido en la ausencia de luz que se inscribe en la acera, ten cuidado. La calle tiene muchos dientes, son colmillos afilados. La noche abre sus fauces y a más de un gato se ha tragado. Encomiéndate  a la luna, para que puedas seguir bailando.

 

La ciudad transpira ya caída la noche. Exhala todas las toxinas que le han colgado los rayos del sol; de las colillas de cigarrillos que se van barriendo, de las pisadas y huellas que se van borrando. Se sacude el polvo que le entra entre las baldosas de la acera. Tose un par de veces, pero exhala, finalmente. Abre sus enormes ojos al cielo, para robarle ese haz de brillo a la luna. Para estar al pendiente de los locos que se encomiendan a ella y guarecer a los amantes.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta tu blog, está de WOOOOOW!!!

Zoan dijo...

Jajajajajaja te odio